Les contare algunas anecdotas entre David Gest y nuestro Angel Michael Jackson.......Difrutenlas!!!
Pagando Michael,
volamos hasta Nashville y alquilamos un coche. Conducía él. Pronto supe
lo mal que conducía. Totalmente loco.Nos alojamos en un bonito hotel,
Spencer Manor. Tenías que llamar primero por un intercomunicador para
poder pasar a las puertas principales. Michael no conocía Nashville y
vi la oportunidad para divertirme un poco.
Le
dije que como estábamos en la autoproclamada “Ciudad de la Música”
tendríamos que cumplir una de sus tradiciones locales.“Michael, tienes
que cantar por el intercomunicador,” le dije.“¿Cantar qué?“Tienes que
cantar “Es la ciudad de la música y estoy aquí. Soy Mike Mc Donald así
que arriba un aplauso.” “De otro modo no te dejarán entrar. Tienes que
hacerlo”, le dije.Él me miró confuso, pero siguió adelante.
El
chico del otro lado del intercomunicador llegó y dijo con su acento
sureño,”¿En qué puedo ayudarle?”Michael empezó a cantar y la voz al
otro lado contestó: “Lo siento, no admitimos gente rara aquí.”
No abrieron las puertas.
Yo
me reía tan fuerte que estaba en el suelo. Michael no lo cogió al
instante, pero tan pronto como lo hizo casi se orina en los pantalones
también. No se podía creer que había sido tan idiota como para hacer
eso
Graciosa no??
Quieren otra mas???
Michael y yo nos divertíamos gastándonos
bromas el uno al otro. Una de mis favoritas era poner otra voz y fingir
que era otra persona…Al principio de trabajar juntos, Michael se quedó
en un hotel de Little Rock, Arkansas. Le encantaba comer. Acababa de
llegar y yo sabía que lo primero que haría sería ordenar comida al
servicio de habitaciones. Tan pronto como llegó a su habitación lo
llamé poniendo voz de mujer y le dije:
“Cariño, ¿quieres que te lleve algo a la habitación?”
“Oh sí, pequeña. Pediré una hamburguesa”. Dijo. (Siempre llamaba a la gente encanto o pequeña (Sweetheart or baby).”
“Ok cariño”, conteste.
“La quiero con mostaza y ketchup”
“Baby, no tenemos mostaza ni ketchup”
“¿No?” preguntó
“No, hace dos días que los tenemos pedidos” contesté
“Ok, algún condimento.”
“Cariño, no tenemos condimentos. Se nos han acabado.”
“Ok, algo de mayonesa”
“No hay mayonesa”
“¿Queso y lechuga?”
“No hay queso ni lechuga.”
“¿Patatas fritas?”
“No hay patatas fritas.”
“Bueno, ponga sólo algo de mantequilla y tomate en el bollo”
“No tenemos bollos, solo tostadas.”
En ese momento él ya había llegado al límite. Así que empezó a gritar:
No tienen mostaza, ni kepchup, ni patatas fritas, ni bollos. ¿Qué clase de restaurante es este?”
Me
partí de risa. Me había quedado con él. Hice exactamente la misma
broma 25 años después. No estábamos trabajando juntos pero sabía donde
se alojaba....
Pobre Michael, el solo queria una Hamburguesa! jajaja
Si les gusto y quieren saber mas anecdotas, pidanlas y con gusto les contare mas!!
With L.O.V.E
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