El toxicólogo que examinó a Michael Jackson declaró este lunes, en el
juicio que se está realizando en Los Angeles, que el fallecido rey del
pop tenía tanto propofol en el cuerpo como si hubiera sido sometido a
una cirugía de grandes proporciones.
Dan Anderson, quien trabaja para la oficina del forense de la ciudad,
subió al estrado al iniciarse la segunda semana del juicio de Katherine
Jackson, la madre de 82 años del cantante, contra la promotora AEG Live,
que organizaba los conciertos para los que ensayaba Jackson al momento
de su muerte.
Anderson afirmó que halló en la sangre de la voz de "Black or White" 3,2
microgramos por mililitro del poderoso anestesiante propofol, además de
efedrina, lidocaína y los ansiolíticos lorazepam, midazolam y diazepam.
"Es un nivel compatible con una anestesia para una cirugía mayor", señaló el toxicólogo.
Tras mostrar al jurado las fotografías de los frascos de propofol que tenía Jackson en su casa, Anderson indicó que "es muy inusual que (el propofol) se use fuera del contexto de una clínica. Esto elevó la señal de alerta, al menos para mí. Es algo muy problemático".
El médico de Jackson, Conrad Muray, cumple una pena de cuatro años de
prisión tras ser condenado en 2011 por el homicidio involuntario del
cantante, a quien infundió la sobredosis fatal de propofol para aliviar
el insomnio crónico del artista.
El abogado Michael Koskoff, que trabaja para la familia Jackson, destacó
la ausencia de alcohol, barbitúricos y demerol en el sistema del
cantante al momento de morir. También repasó una lista de drogas
ausentes en el cuerpo, como cocaína, marihuana, anfetamina,
metanfetamina, codeína y morfina.
Los abogados de los Jackson buscan probar que AEG Live, que
supuestamente contrató a Murray, quería a toda costa mantener activo a
un enfermo Michael Jackson para que cumpliera con su calendario de
conciertos, lo cual ulteriormente causó su fallecimiento el 25 de junio
de 2009.
El cuerpo de Michael Jackson no tenía señales que hicieran temer una
muerte prematura, dijo el lunes el forense que examinó el caso tras el
fallecimiento del artista en 2009, en un juicio civil en Los Ángeles
entablado por su familia contra una promotora de conciertos.
"No hay ningún indicio a partir de la autopsia de que hubiera nada
anatómicamente mal en el cuerpo de Michael Jackson que hubiera podido
conducir a su muerte prematura", dijo el forense Christopher Rogers al
iniciarse la segunda semana del juicio de la familia Jackson contra la
promotora AEG Live.
En la multimillonaria demanda de Katherine Jackson, la madre de 82 años
del "rey del pop", contra la promotora AEG Live, que organizaba los
conciertos para los que ensayaba Jackson al momento de su muerte, la
familia reclama a la empresa haber exigido demasiado del artista.
Los abogados de los Jackson buscan probar que AEG Live quería a toda
costa mantener activo a un enfermo Michael Jackson para que cumpliera
con su calendario de conciertos, lo cual ulteriormente habría causado su
fallecimiento prematuro el 25 de junio de 2009 por una sobredosis de
fármacos.
En 2011, el médico de Jackson, Conrad Murray, fue condenado por el
homicidio involuntario del cantante, debido a que le infundió una dosis
fatal del anestésico propofol para aliviar el insomnio crónico del
artista.
En este segundo caso, la familia acusa a AEG Live de actuar con negligencia al contratar a Murray para que cuidara de Jackson.
Interrogado por el abogado Michael Koskoff, que trabaja para la familia
Jackson en el juicio que durará más de tres meses, el forense Rogers
subrayó que el artista no sufría arteriosclerosis, lo que es poco común
para un hombre de 50 años en Estados Unidos.
Rogers mostró también la fotografía en blanco y negro del delgado cuerpo
desnudo de Jackson, visto desde arriba, cuando fue enviado a la oficina
forense. Pesaba 61 kg.
El informe forense, que ya había sido hecho público en 2010, registró
señales de que Jackson se había tatuado los labios de rosado y las cejas
de negro. Tenía además un tatuaje oscuro que partía desde el
crecimiento del cabello en la frente hasta la mitad del cráneo.
Además de cicatrices que indicaban pasadas cirugías estéticas, también
se hallaron diferencias de pigmentación en la piel, que fueron
clasificadas como indicios de vitiligo -una enfermedad cutánea común en
la población negra-. Pero el análisis de sus órganos internos no mostró
señales de otra enfermedad.
Que les parece???
L.O.V.E.